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Half of blacklisted Aswan fleet in hot water as Australia detains two ships

30 Mar 2021
Nota de prensa

La mitad de la flota de Aswan, compañía incluida en una lista negra, está en problemas ante la detención de dos buques por parte de Australia 

Las autoridades marítimas australianas han detenido a dos buques de propiedad de una polémica compañía naviera catarí por violaciones graves de los derechos humanos, pocas semanas después de que la tripulación de otro buque de Aswan Trading and Contracting  fuera empujada a iniciar una huelga de hambre frente a la costa de Kuwait.

Las detenciones suponen que actualmente la mitad de la flota de seis buques de la compañía no esté operando. En 2017, Aswan fue incluida en una lista negra por parte de reguladores marítimos y su presidente continúa siendo buscado por las autoridades policiales y judiciales de Catar.

 

Aswan deja sin electricidad ni combustible a la tripulación del Maryam en Port Kembla

El MV Maryam (Número de la OMI 9272864) fue detenido por primera vez el 19 de febrero en Port Kembla, Nueva Gales del Sur, por la Autoridad de Seguridad Marítima de Australia (AMSA, por sus siglas en inglés) en relación con 36 deficiencias en materia de seguridad y bienestar de la tripulación. Cuando los inspectores de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) subieron a bordo del buque para el transporte de carbón la mañana del 5 de marzo encontraron muchos otros motivos por los que era necesario prohibir al buque abandonar aguas australianas.

Tras hablar con el capitán y la tripulación del buque, los inspectores determinaron que el propietario del buque, Aswan Trading and Contracting, no había pagado contratos clave a los proveedores en varias oportunidades recientes, lo cual había tenido como consecuencia que el buque se quedara sin combustible para el motor, ni electricidad ni iluminación. Durante esos períodos de entre 3 y 4 días, los refrigeradores se quedaron sin energía eléctrica y hubo que tirar comida a la basura. Sin iluminación, aire acondicionado o energía eléctrica para cargar los teléfonos móviles y los dispositivos de comunicación, la falta de combustible y electricidad puso en grave peligro el bienestar y la salud mental de la tripulación. Los 23 marinos ni siquiera podían ducharse ni tirar de la cadena –tenían que sacar baldes de agua del mar.

La AMSA había detectado innumerables problemas en los generadores principales del granelero, construido en 2004, lo cual había obligado a la tripulación a usar el generador de emergencia del buque –que no tenía problemas de combustible ni de filtro. Fue necesario encontrar un generador en tierra y posteriormente izarlo hasta la cubierta para suministrar energía eléctrica al buque.

Para colmo de males, los inspectores se enteraron de que el Maryam se quedaría nuevamente sin combustible –esa noche– a las 21:00 horas. Era preciso obtener ayuda urgente.

La ITF se puso en contacto con la AMSA y el Jefe de Operaciones de Port Kembla, de la Autoridad Portuaria de Nueva Gales del Sur, a fin de informar a ambas autoridades sobre la situación peligrosa que enfrentaba la tripulación. Tras la presión ejercida por la ITF, se envió un tanque de combustible vacío a las 14:00 horas. Algunas llamadas telefónicas realizadas por la ITF tuvieron como consecuencia que a las 19:30 horas la autoridad portuaria enviara un tanque lleno. Ese segundo tanque lleno llegó pocos minutos después de que la tripulación desanimada apagara el generador al creer que las autoridades no acudirían en su ayuda. A las 4:00 de la mañana del 6 de marzo llegó un tanque suplementario.

Si bien se había superado la crisis de combustible de la tripulación, aún había muchos otros problemas a bordo del granelero que preocupaban a la ITF y la tripulación.

El 6 de marzo, la Autoridad Portuaria de Port Kembla en Nueva Gales del Sur realizó una entrega de alimentos por valor de 3.000 dólares australianos a la tripulación ante la insistencia de la ITF. La entrega incluía 1.000 litros de agua embotellada, ya que faltaban pocos días para que a la tripulación se le terminara el suministro de agua en la bodega. La tripulación recibió comidas para varios días a fin de ayudarla a recuperarse de la malnutrición que había sufrido durante semanas.

E increíblemente, la tripulación ni siquiera había recibido la remuneración correspondiente antes de pasar por esa experiencia horrorosa en un puerto australiano. El salario que Aswan pagaba a varios de los marinos estaba muy por debajo del salario mínimo establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y los 23 tripulantes aún tenían pendiente recibir las bonificaciones que les correspondían. Según los cálculos preliminares efectuados por la ITF, la factura salarial de las bonificaciones y los salarios impagos de la tripulación fijados por debajo de los valores mínimos establecidos por la OIT ascendían a 27.978,50 dólares estadounidenses.

Normalmente, algunos de los tripulantes reciben una pequeña parte de su salario a bordo para comprar artículos personales en distintos puertos, ya sea a través de agentes como la Misión para los Marinos, o comprados por ellos mismos cuando se les permite bajar a tierra. La tripulación llevaba 14 días en el mar antes de que el buque echara el ancla en Port Kembla, y se le otorgó permiso para bajar a tierra de conformidad con los protocolos actuales relacionados con el COVID-19. El 17 de marzo, la presión ejercida por la ITF llevó a que el capitán del buque recibiera alrededor de 5.000 dólares estadounidenses en efectivo. Distribuyó los fondos entre la tripulación, que encargó la compra de algunos artículos personales pequeños en su nombre.

Las investigaciones llevadas a cabo por la ITF determinaron que nueve de los 23 marinos a bordo estaban trabajando con convenios laborales que habían expirado el 11 de marzo. Algunos de ellos llevaban seis meses en el buque y otros solo tres meses. La presencia a bordo de marinos con contratos expirados operando buques constituye una violación por parte del propietario de buques del Convenio sobre el trabajo marítimo (MLC).

Antes de que se permita al Maryam abandonar Port Kembla (y volver a ganar dinero para su propietario incluido en una lista negra), la AMSA ha señalado una serie de “deficiencias” que Aswan debe subsanar. Entre las principales cuestiones debería figurar la repatriación de los nueve tripulantes cuyos contratos han expirado y que desean ir a su casa en Turquía, India y Georgia. De acuerdo a lo establecido en el MLC, los empleadores deben encargarse de comprar los billetes de avión y de otros costos de repatriación de los marinos. Durante la pandemia de COVID-19, eso ha incluido también los costos de cuarentena y realización de pruebas para detectar dicha enfermedad.

La ITF tiene entendido que, a finales de la semana pasada Aswan se ocupó de obtener repuestos para reparar los generadores. El miércoles, unos peritos de una sociedad de clasificación inspeccionaron el buque y, según ha trascendido, Aswan aún les debe los honorarios por sus servicios.

 

Segundo buque de Aswan detenido en el remoto Estado de Queensland

El Maryam es el segundo buque de Aswan en ser detenido por la AMSA el mes pasado. El granelero de bandera panameña MV Movers 3 (Número de la OMI 9250244) fue detenido hace tres semanas en Weipa.

Weipa es el pueblo más grande en el lado occidental de la península de Cabo York, en Queensland, y sirve de puerto para la más grande mina de bauxita de Rio Tinto en Australia, situada a unos 2.800 kilómetros de Brisbane, la capital estatal.

Según información confirmada por las autoridades australianas, en las últimas semanas el Movers 3 fue detenido, posteriormente liberado, y nuevamente detenido.

El motor del buque tiene problemas tan graves que las autoridades han impedido que el buque entre en el puerto interior de Weipa. El buque ha debido permanecer fondeado en el puerto exterior de Weipa.

Las fallas del motor suponen que el buque carece de propulsión, la cual se precisa para generar el agua potable necesaria a bordo para duchas, baños y lavado. Los buques como el Movers 3 suelen generar agua potable con sus motores poderosos  calientes mediante la producción de vapor de agua dulce a partir del agua salada de mar circundante. Se prevé que el suministro de agua potable a bordo se acabe esta semana y las autoridades locales han intentado obtener otra fuente que pueda cargar agua a bordo.

Los problemas del motor son una señal de un mantenimiento gravemente deficiente y podrían ser un indicio de problemas más serios, según han explicado los inspectores locales que trabajan en el caso. Los peritos de la sociedad de clasificación subieron a bordo del buque el lunes para examinar los problemas.

Un problema persistente que afecta al bienestar de la tripulación es el hecho de que los congeladores del buque están dañados, lo cual ha obligado a la tripulación a deshacerse de carne y otros alimentos. Si bien la situación de refrigeración finalmente se resolvió en los últimos días, la misma había generado una presión tal al cocinero del buque, que este renunció y pidió ser repatriado a Turquía. Ayer lo fueron a buscar al buque para que permaneciera en el centro de cuarentena del Gobierno, en Cairns, durante 14 días, antes de que se le permita regresar a casa.

La tripulación restante, mezcla de ciudadanos turcos y jordanos, llevan a bordo del buque entre tres y seis meses. No obstante, les preocupa que Aswan pudiera estar reteniendo sus bonificaciones prometidas al tiempo que la compañía continúa ignorando a su tripulación a bordo del Ula en Kuwait, y no ha pagado las cuentas básicas de combustible en Port Kembla. La ITF aún está determinando el alcance de las posibles violaciones de los derechos laborales por parte de Aswan en relación con la tripulación a bordo del Movers 3.

La preocupación más inmediata de la tripulación es la falta de agua potable y alimentos. Según se ha informado, Rio Tinto pagó por el envío de dos camiones llenos de provisiones por valor de alrededor de 3.000 dólares australianos. La necesidad de que un gigante de la minería financie provisiones de emergencia parece indicar a los inspectores de la ITF que Aswan tiene serios problemas de liquidez.

Rio Tinto explota la mina de bauxita cercana a Weipa, y es el mayor usuario del puerto de Weipa. Comalco construyó el pueblo minero en la década del sesenta tras cabildear con éxito para lograr revocar la condición de propiedad y reserva de las comunidades indígenas locales en favor de una nueva industria de bauxita, principal componente para la fabricación de aluminio. Con el tiempo, Comalco se convertiría en Rio Tinto Aluminium.

El Movers 3, construido en 2002, llegó a Weipa procedente del puerto de Liuheng, cerca de Shanghai (China). No queda claro si los buques de Aswan se han visto envueltos en la guerra comercial actual que afecta a docenas de buques que transportan carga australiana y se han visto bloqueados por las autoridades chinas para impedir que descarguen sus embarques en los puertos del país.

 

Aswan, compañía incluida en una lista negra, llevó a una tripulación abandonada y no remunerada a iniciar una huelga de hambre en Kuwait

Aswan Trading and Contracting es un nombre muy conocido para la ITF y sus inspectores.

La compañía naviera fue noticia en enero de este año cuando 19 marinos que trabajaban a bordo de su granelero MV Ula iniciaron una huelga de hambre urgente en el puerto de Shuaiba (Kuwait). En aquel momento hacía 14 meses que la compañía había abandonado a los marinos; hoy en día hace casi 17 meses. Aswan debe a los marinos a bordo del MV Ula más de 410.000 dólares estadounidenses en concepto de salarios impagos, así como los vuelos de repatriación.

La ITF ha apoyado a la tripulación con asesoramiento jurídico, y le ha asignado un abogado para ayudarlos. La ITF está trabajando para convencer a las autoridades de Kuwait de que intervengan en su nombre, indicó Mohamed Arrachedi, coordinador de la Red Mundo Árabe e Irán de la ITF.

“Pero en última instancia, la tripulación del MV Ula continúa varada en ese buque sin recibir su salario y abandonada debido a que Aswan Trading and Contracting ha desatendido sus responsabilidades”.

“Victimizaron a la tripulación del Ula y, a pesar de quedar al descubierto, los casos del Maryam y el Movers 3 parecen demostrar que han continuado victimizando a marinos en otros buques. En mi opinión, las autoridades australianas deberían tener cuidado de que esos buques no se les escaparan de las manos antes de cerciorarse por completo de que Aswan puede cumplir todas sus obligaciones para con los marinos y que así lo hará”, señaló Arrachedi.

 

La AMSA debería prohibir la entrada a Aswan, declara la ITF

La ITF afirma que las autoridades australianas deben incrementar de manera espectacular la presión que ejercen sobre Aswan, la compañía naviera catarí en torno a la cual giran las crecientes violaciones en un número cada vez mayor de jurisdicciones.

“Esa compañía tiene una muy mala reputación por infringir las responsabilidades reglamentarias y el cumplimiento del MLC. Dos de sus buques se encuentran actualmente detenidos en Australia por la AMSA y han dejado a uno abandonado en Kuwait, junto con su tripulación”, señaló Ian Bray, coordinador de la ITF en Australia.

Bray declaró que la federación deseaba que la compañía pagara los salarios y las bonificaciones pendientes y cumpliera sus obligaciones contractuales para con ambas tripulaciones –incluida la repatriación de aquellos tripulantes cuyos contratos a bordo habían expirado.

“Queremos que la AMSA vele por el cumplimiento de las leyes australianas y el Convenio sobre el trabajo marítimo, ratificado por Australia. Las compañías como Aswan deberían temer las consecuencias de infringir nuestras leyes y violar los derechos de los marinos”.

“Aswan ha maltratado, explotado o abandonado a marinos por todo el mundo. Autoridades extranjeras la han incluido en una lista negra y uno de sus jefes está huyendo de la policía catarí: si esos no son motivos para prohibirle la entrada, no sé cuáles podrían serlo”, indicó Bray.

 

FIN

 

Notas:

  • Ian Bray se encuentra disponible para responder a preguntas, previa solicitud

Contacto para los medios de comunicación:          media@itf.org.uk        +44 20 7940

 

Acerca de la ITF: La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) es una federación democrática, encabezada por sus organizaciones sindicales afiliadas, reconocida como la principal autoridad mundial en materia de transporte. Luchamos fervientemente para mejorar la vida laboral, conectando a sindicatos de 147 países para garantizar los derechos, la igualdad y la justicia de sus miembros. Somos la voz de casi 20 millones de trabajadores y trabajadoras del transporte de todo el mundo

 

Media contact:          media@itf.org.uk        +44 20 7940

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