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La creciente crisis del cambio de tripulaciones exige que los Gobiernos actúen con mayor rapidez

24 Jul 2020

Declaración de la ITF sobre la crisis del cambio de tripulaciones, 16 de julio de 2020

Hoy se cumple un mes desde que la ITF dijera “¡Ya basta!” a los Gobiernos del mundo y afirmara que la federación sindical mundial y nuestras organizaciones afiliadas ayudaríamos a la gente de mar del mundo a ejercer su derecho a dejar de trabajar, darse de baja y ser repatriada tras finalizar su contrato.

Hoy también se cumplen dos meses desde que la ITF y nuestros socios en el Grupo Mixto de Negociación de empleadores marítimos (IMEC, IMMAJ, KSA y Evergreen, conocidos conjuntamente como el JNG) diéramos a los Gobiernos un “periodo de implementación” final para la introducción de medidas prácticas de conformidad con los protocolos especificados en la hoja de ruta de 12 pasos publicada por la Organización Marítima Internacional (OMI) el 5 de mayo de 2020.

En el lapso transcurrido entre esas importantes fechas y hoy ha habido algunos cambios positivos, pero los Gobiernos han avanzado poco en la introducción de las exenciones prácticas y protocolos necesarios para apoyar cambios de tripulaciones efectivos a escala mundial. 

Sigue habiendo cientos de miles de marinos que no pueden dejar de trabajar, regresar a casa y ser relevados por nuevos tripulantes. Si bien la escasez de vuelos internacionales es un factor importante, el principal obstáculo continúa siendo el de las restricciones transfronterizas y de viaje introducidas por los Gobiernos para combatir la propagación del COVID-19. La ICS ha calculado que al menos 400 000 marinos se encuentran actualmente afectados por la crisis del cambio de tripulaciones provocada por las restricciones gubernamentales transfronterizas y de viaje relacionadas con el COVID-19. Esto incluye tanto a quienes están atrapados trabajando a bordo de buques como a aquellos que están esperando para incorporarse a los buques a fin de comenzar a percibir un salario para ellos y sus familias.

Extrapolando los datos más recientes procedentes de los buques cubiertos por el IBF, calculamos que actualmente hay unos 300 000 marinos en el mundo atrapados a bordo de buques debido a la crisis del cambio de tripulaciones y un número igual de marinos desempleados en tierra que están aguardando para relevarlos, lo que supone un total de 600 000 marinos afectados por esta crisis.

Los Gobiernos deben darse cuenta de que, sin el restablecimiento exitoso del cambio de tripulaciones, no es sostenible ni aceptable tener a un número cada vez mayor de marinos atrapados a bordo de buques, fatigados y obligados a continuar trabajando. Los marinos y sus sindicatos están sumamente preocupados por el riesgo para la vida, los bienes y el medioambiente ante el aumento diario de las probabilidades de una o varias catástrofes de grandes proporciones. Morirá gente, y las costas se verán contaminadas.

Hay buenas razones por las que contamos con una reglamentación mundial, el Convenio sobre el Trabajo Marítimo, que regula el tiempo máximo que puede trabajar un marino. Hay buenas razones por las que contamos con el Convenio SOLAS, el Código Internacional de Gestión de la Seguridad (IGS) y el Convenio Internacional sobre Normas de Formación, Titulación y Guardia para la Gente de Mar (STCW). Todos los convenios pertinentes existen como resultado de una catástrofe o para hacer frente a una posible catástrofe. Es necesario actuar con urgencia YA para evitar que ocurra un desastre.

A lo largo de esta crisis incipiente, la ITF y nuestros interlocutores sociales hemos hecho todo lo posible para hacer sonar la alarma y presionar para que se introduzcan cambios prácticos que permitan realizar los cambios de tripulaciones. Hemos trabajado juntos para encontrar soluciones prácticas y proponerlas a los Gobiernos. 

Nuestros esfuerzos llevaron a que las Naciones Unidas —a través de su organismo especializado en cuestiones marítimas, la OMI— adoptaran nuestra propuesta sobre un marco de protocolos para el cambio de tripulaciones, incluidas las exenciones de visados para la gente de mar. En aquel momento, la adopción de estos protocolos representó un gran avance con los Gobiernos, puesto que estos reconocieron la contribución fundamental de la gente de mar al comercio mundial y a la cadena de suministro global. Este reconocimiento internacional se vio reforzado por la participación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de las Naciones Unidas, que recordó a los Gobiernos sus obligaciones en virtud de los convenios marítimos C108, C185 y el Convenio sobre el Trabajo Marítimo.

La ITF y nuestros interlocutores sociales dimos a los Gobiernos un “periodo de implementación” de 30 días para que introdujeran los cambios necesarios en calidad de Estados rectores de puertos, Estados de pabellón y países de origen de la gente de mar, a fin de facilitar el cambio de tripulaciones efectivo. Una vez vencido ese plazo, en junio, anunciamos que “¡Ya basta!”. 

Dejamos claro de este modo que la ITF y nuestras organizaciones afiliadas estamos preparados para apoyar a la gente de mar a que ejerzan su derecho a dejar de trabajar, darse de baja y regresar a sus hogares una vez hayan finalizado sus contratos y puedan hacerlo en condiciones seguras. En el último mes hemos proporcionado asesoramiento y asistencia a miles de marinos para que puedan hacer valer este derecho fundamental.

Estamos convencidos de que, al dejar claro que la gente de mar no aceptará trabajar en los buques para siempre sin relevo, hemos aumentado considerablemente la presión mundial sobre los Gobiernos para que resuelvan esta crisis. Las acciones de la ITF han dado lugar a avances en algunos ámbitos.

Encomiamos a las administraciones de Canadá y Hong Kong por introducir opciones para que la gente de mar desembarque y sea relevada por tripulaciones nuevas, con un riesgo mínimo para el público de esos lugares. El Reino Unido también ha contribuido, a pesar de contar con relativamente pocos marinos en sus costas. Tenemos la esperanza de que las “vías ecológicas” de las Filipinas, anunciadas en julio, sean una opción eficaz para el retorno y el relevo de esta importante fuerza laboral marítima. 

Sin embargo, hay Gobiernos que han retrocedido. Algunos países han retirado el permiso para bajar a tierra a la gente de mar o han restringido el número de personas a las que se permite cruzar sus fronteras cada día. Esto no contribuirá al restablecimiento de una industria naviera mundial segura y sostenible, con cambios de tripulaciones efectivos, y esas medidas no proporcionarán la ayuda humanitaria que tanto necesita la gente de mar.

En julio recibimos con agrado el compromiso de 13 Gobiernos en la Cumbre Marítima Internacional Virtual sobre Cambios de Tripulación organizada por el Reino Unido. Dichos Gobiernos se comprometieron a introducir exenciones para la gente de mar en materia de visados, cruces transfronterizos y cuarentena. La ITF y nuestras organizaciones afiliadas haremos un seguimiento a esos Gobiernos para asegurarnos de que cumplan esas promesas y apoyen la operación de más vuelos para que la gente de mar pueda desplazarse desde y hacia los buques. Además, la ITF y nuestras afiliadas exhortaremos a los Gobiernos de los países que dependen del comercio marítimo a que pongan de su parte y asuman sus propios compromisos para poder seguir avanzando. Entre esos países estarían Australia, China, la India, Rusia y Ucrania.

En el futuro, la ITF:

  • continuará con su campaña “¡Ya basta!” y seguirá apoyando a la gente de mar en el ejercicio de su derecho a dejar de trabajar y darse de baja una vez finalizado su contrato;
  • trabajará con los sindicatos de gente de mar afiliados para ejercer presión sobre los Gobiernos nacionales a fin de que adopten medidas en relación con los visados, la cuarentena, los vuelos y otras cuestiones necesarias para restablecer cambios de tripulaciones efectivos para esta fuerza laboral mundial;
  • denunciará cualquier intento de intimidar a la gente de mar o de incluirla en una lista negra por ejercer su derecho humano a dejar de trabajar y ser repatriada una vez finalizado su contrato;
  • condenará cualquier intento de criminalizar o culpar a la gente de mar por las consecuencias inevitables de que la flota mundial opere con tripulaciones cada vez más fatigadas y estresadas mentalmente; y
  • examinará otras opciones para obligar a los Gobiernos a tomarse en serio esta crisis.

 

Hemos dicho ya que las palabras por sí solas no son suficientes. Las palabras no sacarán a nuestra gente de estos buques. Las palabras no lograrán que la gente de mar desempleada que está en casa vuelva a trabajar. Las palabras no evitarán que ocurra un desastre.

Exigimos acción.

Lea nuestro comunicado de prensa al respecto.

Si es usted un marino que requiere de ayuda inmediata, póngase en contacto con ITF Seafarers’ Support.

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