La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) añade dos nuevos países a su listado de banderas de conveniencia.
Los dos últimos países en sumarse a la lista de banderas de conveniencia (BDC) de la ITF son Gabón y Esuatini, cuya matriculación de buques está estrechamente asociada al transporte de “flota oscura”.
Estas incorporaciones coinciden con la salida de Tonga de una lista que ya ha cumplido los 76 años, lo que sitúa el total de BDC en 43.
“Es un sector tóxico, en el que se registran buques en países donde no existe regulación, supervisión o rendición de cuentas. Esto da lugar a la explotación y el abandono de la gente de mar.
“Su objetivo es facilitar a los armadores la generación de ingresos sin necesidad de ajustarse a las buenas prácticas en mitigación de riesgos y debida diligencia que impone la rendición de cuentas reglamentaria”, explica el presidente de la ITF, Paddy Crumlin.
A menudo las empresas registran sus buques en países con bajos niveles de regulación para ocultar su titularidad, reducir sus obligaciones tributarias, contratar a mano de obra barata o esquivar las normas de seguridad, todo lo cual afecta considerablemente a la gente de mar que trabaja a bordo.
En torno al 50 % de la flota mundial está registrada en Estados considerados BDC. Solo los buques de Panamá, Liberia y las Islas Marshall, los tres principales registros de BDC, constituyen más del 40 % de la flota internacional.
Según la ITF, un buque BDC es aquel que enarbola el pabellón de un país diferente al de su propietario. Se trata de una práctica generalizada, a pesar de que el derecho internacional —la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar— exija la existencia de una “relación auténtica” entre el buque y el Estado de abanderamiento.
David Heindel, presidente de la Sección de Gente de Mar de la ITF, declara: “El sistema de banderas de conveniencia en su conjunto es deliberadamente complejo. Se registran buques con banderas de conveniencia para evadir impuestos, escapar a las disposiciones sobre seguridad y hacer caso omiso de las normas laborales y los derechos humanos.
“Una relación auténtica entre el buque y su Estado de registro resulta fundamental para poder determinar quién es el verdadero propietario. No se debería permitir que el registro de pabellones funcione como un negocio que aplica unas normas más laxas que las de los registros nacionales tradicionales. Mientras no se acabe con esto, se seguirán violando impunemente los derechos de la gente de mar”.
Se sospecha que los registros de Gabón y Esuatini podrían estar envueltos en el creciente transporte de petróleo sometido a sanciones, las llamadas “flotas oscuras” o “flotas en la sombra”. El registro de Gabón ha crecido exponencialmente desde que entraran en vigor las sanciones internacionales contra Rusia por la invasión de Ucrania.
FIN
NOTAS
- La lista de banderas de conveniencia de la ITF se encuentra disponible aquí. Puede consultarse más información acerca de la campaña de la ITF en torno a este asunto, que se inició en 1948 en Oslo, aquí.
- A finales de 2023 se actualizó la lista de BDC con la salida de Camboya y la entrada de San Marino.
- Con arreglo al derecho internacional, los buques deben estar registrados en un solo país, aunque a menudo operen en aguas internacionales. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar exige una “relación auténtica” entre el buque y el Estado de abanderamiento, que en muchas ocasiones no existe.
- Un buque con “bandera de conveniencia” es aquel que enarbola la bandera de un país diferente al de su propietario y adopta los reglamentos que esta impone. El origen de este sistema se remonta al pabellón panameño que usaba United America Line para sortear las prohibiciones de la década de 1920.
- Las banderas de conveniencia ofrecen a países sin industria de transporte marítimo la posibilidad de conseguir dinero fácil. Estos países pueden establecer un registro de buques y cobrar tasas a los armadores al tiempo que aplican unos niveles reducidos de seguridad y bienestar de la tripulación y, con frecuencia, eluden las responsabilidades de un verdadero Estado de abanderamiento. El propietario real del buque (al que la ITF se refiere como “propietario beneficiario”) se beneficia del enmascaramiento de su identidad y la adopción de unas normas reguladoras del pabellón muchas veces deficientes, que pueden incluso no imponer restricciones con respecto a la nacionalidad de la tripulación. En muchos casos, estos pabellones ni siquiera se gestionan desde el país en cuestión.
- El registro de Esuatini empezó a funcionar en noviembre de 2023 con la matriculación de tres buques previamente sancionados por su colaboración con Siria (que más adelante Esuatini declaró haber borrado del registro) y de los que se sabía que habían transportado cereal ucraniano desde territorios ocupados por Rusia.
- Tonga sale de la lista de BDC por ser la propietaria de la mayoría de los 18 buques que componen su flota. Casi todos los demás buques ya no se dedican a la actividad comercial.
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