Si por ser tan bueno algo resulta poco creíble, seguramente es así.
Existen varios tipos de fraude relacionados con los cruceros, pero casi todos ellos se basan en la oferta de empleos para los que no se exigen estudios previos, pero que están muy bien remunerados o en los que se dan abundantes propinas (esto mismo se aplica a las falsas ofertas de empleo en las plataformas petroleras). El tipo principal de estafa consiste en una promesa de trabajo a cambio de un soborno o pago, que se hace pasar por el pago de una “matrícula” u honorarios de una “agencia” o, cada vez con mayor frecuencia, el pago por un examen médico, visa, el trámite para obtener el pasaporte o por una transferencia bancaria que sólo se pide cuando usted piensa que está a punto de obtener el empleo. Es posible que lo disfracen como algo que usted debe pagar a una dependencia de gobierno, clínica o banco, o puede que le pidan dinero para boletos de avión para que se una a la tripulación y que le prometan que se lo devolverán a su llegada a destino. No lo harán.
Otros fraudes incluyen:
- El pago de dinero directamente a un banco local a fin de incorporarse a la tripulación de un buque de carga (que a menudo supuestamente lo espera en Port Harcourt (Nigeria)).
- El pago de dinero para hacer circular su solicitud de empleo o CV entre empleadores potenciales, a menudo con una garantía de que si no consigue empleo le devolverán el dinero. Por lo general, puede estar seguro de que no conseguirá ni lo uno ni lo otro.
- Los sitios web que lo invitan a enviar su CV en forma gratuita. Sus datos personales se pueden utilizar para robar su identidad, especialmente si seguidamente se pone en contacto con usted un empleador que le pide que envíe el pasaporte y el documento de identidad para gente de mar (ésta es también una característica común de la estafa nigeriana mencionada antes, cuyos autores utilizan regularmente los nombres de distintas compañías, incluidas algunas cuya sede se supone que está en los EE.UU. o Europa).
- Ofertas de trabajo no solicitadas que llegan por correo electrónico.
¿Cómo se las arreglan para salirse con la suya?
Adquieren una apariencia de legitimidad mediante la utilización de sitios web de alta calidad, avisos en los periódicos y direcciones ficticias en países tales como el R.U., o dejando rastros en distintos países para crear confusión respecto a la jurisdicción u ocultándose en un país en el que las autoridades son indiferentes o bien harán la vista gorda. Un ejemplo de esto es Caledonian Offshore, que usa una dirección de casilla de correo del Canadá cuando en realidad su sede está en Panamá. La mayor estafa contra la que la ITF tuvo que lidiar fue el fraude de Al-Najat, que tenía su sede en los E.A.U. pero defraudó a miles y miles de víctimas mediante el cobro de un “honorario médico” mientras trabajaba con los gobiernos de los muchos otros países afectados.
¿A quién debería evitar?
Nosotros podemos dar una lista de las compañías y los sitios web que hemos puesto al descubierto, pero perdería vigencia rápidamente. Es importante recordar que los delincuentes que las dirigen pueden cambiar con facilidad los nombres de la “empresa” de una semana a la otra. También pueden utilizar un nombre parecido o idéntico al de una empresa legítima (pero con una dirección o un banco distinto o con datos diferentes para hacer transferencias con Western Union). Mientras los gobiernos no los molesten, seguirán tratando de esquilmar a personas honestas que están buscando trabajo.
¿Cómo puedo saber en quién confiar?
Al principio no podrá. No puede confiar ni en los sitios web muy bien diseñados ni en los avisos en los periódicos ni siquiera, en algunos casos, en los gobiernos o los bancos. En lo que sí puede confiar es en el simple hecho de que si por ser tan bueno algo resulta poco creíble, seguramente es así. Los convenios marítimos internacionales prohíben solicitar pagos por adelantado para trabajar en buques, por lo tanto no deberían pedírselo.
Si en cambio le dicen que tiene que pagar boletos de avión o matrículas, pregúntese por qué los que le ofrecen esos trabajos tan bien remunerados no pueden cubrir esos gastos. Esté atento asimismo a la utilización de números de casillas de correo y direcciones falsas, y haga una búsqueda en Google con el nombre de la empresa y “estafa” o “fraude” o “advertencia”. Si no encuentra nada, pero no está seguro de que la empresa sea legítima, puede consultar al sindicato de gente mar al que pertenece o a la ITF para que lo aconsejen. Sobre todo recuerde que no debería tener que pagar por empleos marítimos y que si cualquier detalle acerca de un trabajo le resulta sospechoso o se asemeja a lo que ha leído aquí, lo mejor que puede hacer es no mantener trato alguno con ellos.